jueves, 3 de octubre de 2019


  • Fundamentación:

Hacia los dieciocho meses el niño es capaz de imitar acciones sin la presencia real del objeto que las provoca y de crear situaciones que reproducen otras situaciones reales que ha vivido y le han impresionado anteriormente. Estas situaciones ficticias que él crea son el llamado “juego simbólico”, que le permitirá satisfacer todas esas tendencias y deseos que en la vida real le resultan irrealizables, ayudándole a restablecer su equilibrio afectivo. Las primeras situaciones que crea el niño están muy próximas a la situación real que representan y, en ellas, actúa en recuerdo de algo que le ha sucedido. En un principio comienza a hacer el “como sí” de acciones que habitualmente él mismo realiza, para después trasladar estas acciones a otros objetos.
El juego simbólico constituye una etapa primordial en el desarrollo cognitivo del niño ya que, para poder comprender el significado de las ideas, es necesario ponerlas en práctica de manera simbólica.
El juego simbólico favorece la adquisición y el desarrollo del lenguaje, enriquece la actividad lúdica porque ayuda a interiorizarla, a organizar las percepciones y a experimentar las propias acciones con las cosas.  Supone también una fuente de aprendizaje y asimilación del ambiente, ya que implica siempre un contacto con él; en el juego el niño experimenta con el ambiente, lo investiga y lo conoce.
El juego simbólico es además un estímulo para el desarrollo de otras funciones intelectuales como la memoria, la atención, el rendimiento, la imaginación, la creatividad y la comunicación.
Propósitos:

  • Ofrecer actividades para enriquecer la imaginación, la expresión y la comunicación de los niños.
  • Crear un espacio de encuentro entre los niños que favorezcan el vínculo, el respeto y el cuidado hacia el otro, propiciando el disfrute y el placer.
Contenidos:

  • Autonomía en la realización de actividades lúdicas.
  • Relación afectiva con los pares y con los adultos.
  • La comunicación verbal: comprensión verbal y expresión verbal.
  • Estructuración del espacio en acción.
  • Organización de secuencias temporales.

Secuencia de actividades:
  • Preparamos la comida: se ofrecerán diversos materiales de cocina como, por ejemplo: vasos, mamaderas, platos, tazas, envases de yogur, cucharas, etc. Se invitará al grupo a preparar la comida para luego alimentar a los bebés (muñecos). Finalizado el momento de juego todos colaboraremos con el orden de los materiales utilizados.
  • El momento del baño: se presentarán los bebés (muñecos) y diversos elementos correspondientes a la higiene como: esponjas, envases vacíos de shampo y acondicionador, toallas, palanganas, etc. Se propondrá al grupo a bañar a los bebés. Finalizado el momento de juego todos colaborarán con el orden de los materiales utilizados.
  • Descanso: se presentarán los muñecos y se organizarán pequeñas “cunitas”, se invitará al grupo a hacer dormir a los bebés cantando nanas y acunándolos. Finalizado el momento de juego colaboraremos con el orden de los elementos utilizados.
  • Se dispondrán los materiales utilizados en las propuestas anteriores por sectores. Se invitará a cada niño a realizar las acciones según el orden que cada uno prefiera. Finalizado el momento de juego todos colaboraremos con el orden de los materiales.
Recursos y materiales: Muñecos (1 por niño), platos, envases descartables de yogur, vasos, mamaderas, cucharas, toallas, esponjas, envases de shampoo y acondicionador, palanganas, sabana y mantas.

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